Harari y Freire...

Yuval Noah Harari

Parece que estoy siendo movido por un impulso algo desconocido para mí... no sé bien si se trata de un legítimo ánimo de protección hacia quienes amo o es más bien mi gigantesco ego el que mueve mis dedos en estos instantes. Confío en el juicio de quienes me distingan con su lectura.

El Amigo Harari, nacido en Israel, Escritor, Historiador, algo polémico en la forma un tanto descarada en la que trata cuestiones más bien propias de círculos muy restringidos y que han terminado haciendo enojar a muchos, entre estos, judíos, musulmanes, cristianos y , probablemente, de otras variopintas denominaciones.

El Amigo Freire, nacido en Chile, libre Pensador, Comunicador, "productor musical, sonidista, músico, conferencista y Coach de autoliderazgo", según reza el sitio www.tinspira.cl. Ha cobrado más fama en virtud de sus reiteradas apariciones en medios sociales, en las que ha hecho gala de su buena memoria y de una poco habitual capacidad de análisis, que le han valido por cierto, la censura de distintos

medios cuyas "autoridades morales" dicen no aprobar los "matices" de sus declaraciones. Debo aclarar, además, que Ramón Freire, se cuenta entre los detractores profundos de Noah Harari.

Claro que, pensándolo bien, me da la impresión de que el resumen o la introducción de los libros de Harari que han llegado a ser leídos por Ramón, o han sido pésimas traducciones o, incluso, malintencionadas tergiversaciones del texto original pues, de no ser así, ¿cómo se podría llegar a explicar que Freire lo considere despectivamente algo así como "el filósofo detrás de los maquiavélicos planes judíos de dominación mundial"?

Algunos aspectos a considerar, a mi modo de ver, serían por ejemplo, el hecho de que, los aludidos libros de Harari, han sido "vetados" en Israel como rechazo a su propuesta ética laica; o, quizás el simple hecho de considerarle (tras leer dos de sus obras) un historiador moderno, buen escritor y aventurado teórico de la historia pues, demás está decirlo, sus obras no son de lectura obligada, ni son el centro de una doctrina religiosa ni se pretenden levantar como manuales o guías del buen vivir. Son libros y, como tantos y tantos otros de ellos, contienen opiniones que corresponderá al buen lector ponderar de acuerdo a su propio peso argumental y a los contextos en que se enmarcan.

Es como preguntarme si, por haber dicho yo hace unos 10 años atrás que, este, sería el siglo del fin de las religiones, se me podría imputar alguna responsabilidad en la quema de una iglesia católica en Santiago de Chile el año 2019. Sería al menos, un tanto forzada la idea especialmente si consideramos que, mi audiencia, no superaba los, eeeeehm.... un auditor. (Aquí debería escribir "ja, ja, jaaaa" pero mi ego me dice que podría ser muy poco serio).

Ramón Freire

Quiero remitirme a destacar la contribución que a nuestro despertar de conciencias, hace permanentemente Ramón Freire quien, a pesar de no concentrar toda mi simpatía, consigue atraparme a grandes ratos con sus cruces de informaciones y con la multiplicidad y variedad de fuentes que señala y que cita transparente y amablemente. Sin duda alguna, le podría señalar entre los nuevos "valores" de nuestra sociedad y, aunque no me asiste ni la experiencia ni la pericia, como tampoco muchas de otras tantas habilidades de las que Ramón hace gala; me he hecho un deber en señalar o, mejor dicho, en señalarle mi decepción y mi desacuerdo sincero con el matiz racial y casi dogmático, con que ha tratado a Yuval Noah Harari con quien, no teniendo yo ninguna clase de obligación salvo la de reconocer en sus palabras una opinión perfectamente válida, aunque distinta a la mía, la cual tiene todo el derecho a expresar; me siento humildemente identificado al verle discriminado, injuriado y, de alguna manera, vilipendiado por alguien que me había mostrado hasta ahora, una valorable y necesaria apertura de mente, la que no quisiera poner en duda por tan solo un episodio triste en que, en cuanto humano, Ramón ha sido un poco víctima de sus pasiones.

Con mis mejores deseos de paz y crecimiento, con mucho respeto y humildad. Gracias por leer.