Por méritos propios

Ser el tuerto, en el país de los ciegos, es una ventaja más no un mérito.
No basta con la simple circunstancia e ser capaz de hacer algo que los demás no pueden, sino que, para que esta ventaja se consolide en un logro, ese hacer singular habrá de estar al servicio de los que no lo pueden conseguir, guiándoles, ayudándoles así a desarrollar la capacidad ausente o a fortalecer otras en subsidio (diría mi gran amigo Jaime).
Que bien que suena...ojala todos los tuertos que andamos por ahí, por la vida, nos hagamos el propósito de actuar así.
Por otro lado y, he aquí el asunto, los "ciegos" se equivocan cuando, para equiparar beneficios y oportunidades, tratan de dar con sus bastones en el ojo bueno del tuerto como si quisieran demostrar que, de estar ciego, el tuerto no sería tan bueno como parece...je je je...me estoy enredando ¿no?
Si yo fuera uno de los ciegos, intentaría aprovechar la presencia del tuerto para darle a entender mis necesidades y para "ver" lo que, por la razón que sea, me está vedado...intentaría entonces, un trabajo "de equipo" con él, procurando identificar aspectos de su accionar que requieren de alguna de mis habilidades y las podría a su servicio...procuraría la comunicación más fluida posible para asegurar que comprenda bien mis necesidades y, a mi turno, entender bien las que él tiene en función de nuestro objetivo común, sea el que fuere...
hacer esto requiere, eso sí, un grado importante de entrega, de autopostergación pues, de lo que hablo, es de verdaderamente entender lo que el otro necesita...no inventar dichas necesidades a nuestra conveniencia...logrado esto, estamos frente a un mérito innegable, a una virtud, que debe ser reconocida por todos quienes la atestigüen o conozcan de ella. (parece que estoy hablando de la humildad; virtud, que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los amores verdaderos

A Dios, maravillos y eterno,..no al de las religiones, sino al Dios de amor y luz, fuente permanente de creación y gloria...

Mis hijos...